Maika se quedó
mirando la puerta del aula y observó con nerviosismo la sombra que se había
formado al otro lado, hasta que desapareció. Naira se acercó a ella, preocupada:-
Maika…-.
Maika se volvió hacia su amiga y sonrió:- Bueno, sigamos, tenemos que terminar e irnos a comer, no sé
tú pero yo estoy hambrienta-.
Naira intentó
protestar pero ella se dio le dio la espalda, cogió la escoba y empezó a barrer el
suelo, sus ojos tenían la mirada perdida pero no paró en ningún momento. Naira
se puso nerviosa, se acercó a su amiga y le arrebató la escoba. Maika dejó caer
sus brazos, inertes, sin poner ninguna resistencia, se mantuvo de pie con los
ojos clavados en el suelo. Naira tiró la escoba y agarró los brazos de su
amiga:- Maika no me ignores, mírame-.Ella no la hizo caso así que la obligó:-
Se que ha tenido que ser duro para ti, no me lo puedes ocultar, lo que está
sucediendo es muy peligroso, no podemos seguir fingiendo que no pasa nada-.
Maika apartó
la mano de ella bruscamente:- No estamos fingiendo porque no pasa nada, así que
no te preocupes-.
Naira empezó a
gritar:- ¡No digas tonterías! ¡Sabes perfectamente lo que puede pasar!-.
Maika empezó a
temblar, se agarró fuertemente el estómago y las lágrimas que había intentado
contener empezaron a brotar sin poder detenerlas. Miró furiosa a su amiga y
gritó:- ¡Lo sé! ¡Lo sé perfectamente! ¡Pero qué quieres que haga! ¡No puedo
hacer nada! ¡Lo único que puedo hacer es aguantar y fingir que no pasa nada!-.
Naira dio un
paso hacia su amiga:- Maika, yo…-. Pero no consiguió decir nada, no podía decir
nada, ella tenía razón y lo único que había provocado era el dolor de su mejor
amiga.
Maika se dejó
caer en el suelo, derrotada, las lágrimas salían sin cesar de sus ojos, pero no
hizo nada, estaba sin fuerzas. Naira se agachó junto a ella y la abrazó:- Lo siento, no tenía que haber sacado el tema,
pero te he visto y… bueno… estaba preocupada-.
Maika se
aferró fuertemente a su amiga y dejó que sus lágrimas fluyesen. Cuando
consiguió tranquilizarse dijo:- No te preocupes, no ha sido culpa tuya, ahora
que me he desahogado me encuentro mucho mejor-.
Naira la acunó
en sus brazos:- Incluso cuando sufres intentas ayudar a los demás, eres de lo
que no hay-.
-Tú también
eres así, pero a tu manera-.
Naira
suspiró:- No me compares-.
Maika sonrió:-
Si no fuera verdad, no estaría entre tus brazos-.
Naira cerró
los ojos:- Supongo, pero no te acostumbres, lo hago porque no me gusta verte
así, eres mi mejor amiga-.
En ese momento
la puerta del aula de arte se abrió, las dos miraron al joven que estaba en la
puerta. El chico se colocó las gafas y dijo:- Estaba preocupado y he venido a
por vosotras-.
Las dos chicas
se levantaron y Maika con una sonrisa dijo:- No te preocupes, ya hemos
terminado, nos íbamos ya-.
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