martes, 17 de noviembre de 2015

Heridas de guerra


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Guardianes, el relato de hoy voy a dedicárselo a una chica muy especial que está pasado por un momento bastante duro. Vamos a darle todo nuestro apoyo para que vea que no está sola y que puede superarlo ;)

Llorando, estaba llorando, pero ¿Cuándo había empezado? Ni siquiera me había enterado. Creo que era la primera vez que me dejaba llevar por mis emociones desde que me adentré en aquel campo de batalla.

Me enjugué las lágrimas y tiré el mechero al suelo. Lo había apretado con tanta fuerza que había conseguido hacerme un par de rozaduras en la palma de la mano ¿En qué demonios había estado pensando? ¡Había perdido completamente la cabeza! Esa no era yo, y por culpa de ese demonio que controlaba mi alma casi cometo la mayor estupidez de mi vida.

El dolor me había cegado completamente, el verme sola librando aquella feroz batalla me había frustrado demasiado. Había comenzado a olvidar quién era realmente; la persona había comenzado a ser absorbida por el soldado, siempre alerta, a la defensiva y preparada para el ataque en cuanto percibiese cualquier movimiento sospechoso por parte del enemigo. En eso se había convertido mi día a día.

Mis compañeros habían ido desapareciendo poco a poco, unos pocos habían sido abatidos, otros habían decidido abandonar e intentar olvidarse de aquella masacre física y mental y algunos, al creer que estaban en el bando perdedor, decidieron unirse al enemigo. Los únicos que quedaban a mi lado me parecían fantasmas, seres que podían esfumarse en cualquier momento. Cada palabra, cada movimiento... tenía que tener cuidado incluso en mi propio territorio por si decidían abandonarme ellos también.

Estaba tan atrapada por aquella pesadilla, por esos endemoniados y desesperados sentimientos, que no había sido capaz de ver la salida que se abría poco a poco delante de mis ojos. Había tenido que llegar al límite para darme cuenta de que me estaba desviando de mi camino.

¿Qué había pasado con todos mis sueños? ¿Con todo aquello que me hacía sonreír en los momentos que no me encontraba bien? ¿Lo que me gustaba hacer cuando tenía tiempo libre? Bailar, escribir, quedarme en la cama hasta la una de la tarde todos los domingos por la mañana... eso era lo que quería hacer. Necesito reencontrarme con esa persona, olvidarme de la guerra y seguir adelante, lo que viví en ella me marcará, seré diferente de la chica que fui antes de eso, lo sé, pero eso no quiere decir que no pueda volver a ser feliz. Sé que lo volveré a ser, no todo se resume en esa época tortuosa de mi vida, hubo más antes de ella y habrá más después, seguro que habrá problemas, pero estoy convencida de que también me esperan cosas muy buenas. Tengo un futuro brillante por delante así que, por mucho que intenten destruirme, no lo van a conseguir.

Preciosa, no dejes que ellos te venzan, eres una persona increíble y estoy segura de que vas a conseguir todo lo que te propongas. Has tenido que pasar por un infierno y es normal que a veces creas que no tiene solución, que tú no la tienes, pero yo sé que vas a conseguir superarlo y que te vas a querer tal y como eres. No cambies sólo por los celos o el mal corazón de unas pocas personas, tienes a más gente de la que piensas que te quiere a tu alrededor, déjate ayudar, apóyate en ellos. Es su opinión la que te tiene que importar y no la de aquellos que se divierten a costa del sufrimiento de los demás. Así que lo único que tienes que hacer es aprender de lo que has vivido y disfrutar cada segundo que pase, haz lo que te guste, cualquier cosa que te haga sentir bien. Grita, sal, viaja y encuéntrate a ti misma porque, al final, eso es lo que importa.
El día que te conocí pude ver algo de lo que ni siquiera eres consciente, tienes un ángel a tu alrededor, un aura distinta que refleja lo especial y lo buena persona que eres. No dejes que esa luz se apague, puedes hacer grandes cosas, así que cierra los oídos y olvídate de esa parte contaminada del mundo, simplemente despliega tus alas y vuela.


Ya sabes que para lo que necesites aquí me tienes, yo voy a seguir a tu lado.

3 comentarios:

  1. ¡Preciosa! No te vengas abajo. Eres una guerrera y lo estás demostrando día a día. Ellos tan solo son cuatro y tú tienes mil personas que estamos a tu lado. Mi hija Sofía sufrió algo parecido a lo que te está ocurriendo a ti, y poco a poco lo va superando. En primer lugar te tienes a ti misma, tienes a tu familia, a amigos, y si no... ya vendrán, no te preocupes. Y, como dice Nidia, ese ángel que te protege y te cuida para que nada malo te pase. Tómalo como una enseñanza de la vida. Apóyate todo lo que puedas en Nidia. Te ayudará, puedo asegurártelo. Y ocupa tu mente en todo lo que te guste: música, lectura, deporte. Somos muchos los que estamos a tu lado y no vamos a permitir que cuatro indeseables destrocen a un ser tan especial como tú. Eres muy grande y poco a poco lo serás más. Te queremos. Tus amigas Feiny y Sofía de manera especial.

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  2. Saldrás, La vida está llena de ejemplos de superación. Y serás más grande. Más de lo que ya eres ahora. Tienes a tu gente que te va a acompañar. Saldrás y el mundo sonreirá cuando tú sonrías.
    Un abrazo muy fuerte

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  3. cariño lucha, piensa en toda la gente que tienes al lado,que es mucha, y que te quieren por lo que eres. Eres única, irrepetible, y todos aquellos que hacen daño, piensa que son los que necesitan ayuda, Tu hoy sufres, te sientes mal,quizá ni te encuentres,pero mirate,no sólo por fuera si no por dentro, eres bellísima y tienes muchas cosas,que dar. Te envío todo mi apoyo,se que no me conoces pero da igual, esto es solo un símbolo de que nunca, nunca estarás sola. Vive la vida, sientela y percibe sus colores. Crece con ella preciosa.

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