Dioses,
justicia, milagros, creencias, valores... motores que han movido a todo ser
humano en algún momento de su vida. Desde pequeños nos los enseñan poco a poco
y de diversas formas, intentando de esa manera ayudarnos a encontrar el camino
que nosotros queremos seguir. Hay muchísimas sendas y cada una de ellas tiene
sus ventajas y sus inconvenientes, pero todos acabamos eligiendo una que, de
algún modo, ya marcará nuestros pasos en el futuro.
Son
muy buenos conceptos que pueden ayudarte a ser una mejor persona porque, da
igual la religión o los valores que escojas, al final su único objetivo es
hacernos felices y completarnos. Pero esta finalidad muchas veces se ve
manchada por la oscuridad que corroe los corazones de unas cuantas personas.
¿Justicia?
¿Dicen que buscan justicia? ¿Libertad? ¿Quieren que escuchemos lo que su Dios
quiere decir? Me dan ganas de reír sólo de pensarlo. En el mismo momento en el
que se pusieron a trazar el fatídico plan que acabaría con cientos de personas
en Francia perdieron todo el derecho a ser escuchados. Aunque se crean
mensajeros, mártires que acabarán en el cielo por las buenas obras que hacen en
nombre de su Señor, lo único que van a conseguir es ser odiados, repudiados
incluso por ese santísimo del que están tan enamorados. Ellos siguen siendo
humanos, simples humanos que no tienen el derecho de decidir quién puede morir
y quien no. La vida es un regalo y, si de verdad se nos ha sido entregada por
alguien, tienes que respetar que se nos haya dado, porque por algo lo habrá
hecho.
Si se
creen que nos asustan, si se creen que con estas sangrientas llamadas de
atención van a conseguir su objetivo están muy equivocados.
Nueva
York, Madrid, Londres y ahora París. Están jugando con fuego, se están metiendo
en un juego peligroso del que no van a salir victoriosos.
Aplaudo
a los ciudadanos de París por unirse y seguir con su vida a pesar de la alerta
y el peligro de que haya más bombas por
la ciudad, porque esa es la manera de demostrarles que no nos pueden dominar,
que vamos a continuar como hasta ahora a pesar de sus amenazas.
Sigamos
adelante por todas las víctimas, los heridos, los familiares y los afectados de
estos terribles atentados, debemos ser fuertes por ellos, tragarnos el miedo y
seguir con nuestra vida para que vean que lo que han hecho solo ha servido para
enfurecernos y unirnos aun más.
Todos
con París.
#Prayforfrancia
#prayforparis #peaceforparis #parisjeteaime
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