El día que me di cuenta del lío en el que me había metido empecé a dar vueltas como una loca por mi habitación.
Al principio, cuando te presentan
un proyecto de estas características, no puedes evitar emocionarte. Que una
productora esté interesada en colaborar contigo para plasmar la realidad que se
esconde tras la palabra “ACOSO ESCOLAR”, es algo surrealista. Creo que una parte
de mí nunca creyó que se llegaría a realizar, y quizás fuese por este motivo
por lo que, una vez que las ideas cobraron vida y el documental se convirtió en
un hecho, empecé a dudar de mí misma.
“Gritos de silencio” es una
película producida por Liquid Works y respaldada por la consejería de
educación.
Es una producción pensada para
llegar al corazón de las personas. Quieren que el espectador descubra esa
indiferencia y destrucción que se esconde tras los muros del colegio, buscan
ayudar a estas pequeñas víctimas a alzar la voz y hacer comprender a una
sociedad cegada por el egoísmo, la devastación que siente un niño que se ha
convertido en un saco de boxeo humano.
Los hechos y las anécdotas que se
van a ver son reales, todas las víctimas han demostrado su valentía al dar un
paso adelante y hablar por primera vez sobre lo que les ocurrió. Todo esto para
luchar contra la verdad que con tanto afán se ha intentado ocultar.
Nunca pensé que mi libro (Bajo mi
Piel) me llevaría a formar parte de un proyecto semejante. No solo querían mostrar
la oscuridad, también era importante lanzar un mensaje positivo, hacer ver que
siempre existe una salida. Y ese era justo uno de los objetivos que perseguía yo
al sacar la novela y empezar a impartir las ponencias, creo que fue por esto
por lo que decidieron ponerse en contacto conmigo.
Les pareció interesante mostrar
la relación que entablo con los alumnos y la manera en la que les hago entender
la situación. Querían que se reflejase en el documental que los niños son
capaces de aprender y que están abiertos a buscar soluciones, así que me
propusieron grabar uno de los talleres en directo.
Aún recuerdo la ansiedad que me
revolvía por dentro cuando llegó la primera grabación. No sabéis la que lie en
mi casa solo por llevar el vestuario, el pelo y el maquillaje adecuado;
parecerá una tontería pero era mi obsesión.
Ni siquiera la experiencia que
tenía hablando delante de los niños me ayudó una vez llegado el momento.
Aquello era muy distinto, desconcertante, pero de algún modo conseguí adaptarme
y llegar hasta el final. La verdad es que los miembros del staff tuvieron mucho
que ver en ello, parecían saber cómo tranquilizarme. Las bromas aparecían cuando
menos te lo esperabas y en los momentos de cansancio o nerviosismo siempre
había algún figura que conseguía destensar el ambiente. Al final me encontré
tan a gusto a su lado que empecé a sentir que era parte del equipo.
La mañana más divertida fue
cuando quedamos para grabar unas cuantas escenas patinando en el Retiro (Y sí, sospecho
que eso solo estaba pensado para darme un capricho XP), pero cuando realmente
supe que podía confiar en aquella grabación fue cuando vi el cuidado y la
simpatía con la que trataban a mis chicos. Sé lo difícil que es abrir tu
corazón ante la cámara y me preocupaba que se pudiesen sentir presionados o
cohibidos; pero los del equipo siempre se han mostrado muy respetuosos en ese
aspecto.
Salieron entusiasmados, les encantó
poder formar parte de este documental, hasta me atrevería a decir que al final les
benefició, y ese fue el mejor regalo que me pudieron hacer.
Esta experiencia ha conseguido
marcarme de muchas maneras. Me ha mostrado todo lo bueno que nos puede ofrecer
el mundo audiovisual, he descubierto que aún existen personas que son capaces
de hacer un trabajo de estas características no por dinero, sino porque es
un tema que de verdad les importa. Es increíble lo mucho que he podido aprender
en tan pocos días. El trabajo que ha habido detrás de este proyecto y la
sensibilidad y el humanismo con el que se ha llevado a cabo han sido
ejemplares. Me siento muy agradecida de haber podido formar parte de ello, ha
sido algo único, gratificante y, por supuesto, divertido.
No sé cómo habrá quedado el documental, editarlo lleva su tiempo y, aunque tengo entendido que ya han terminado, no he tenido oportunidad de verlo. Pero estoy convencida, por la manera en la que han abordado el tema y han trabajado en el proyecto, que debe de haber quedado estupendo.
Está pensado que la película se
estrene en el cine a principios de octubre del 2016, pero todavía no sé ni la fecha exacta ni el lugar.
Iré actualizando toda esta información a través de mis redes y, cuando esté
todo confirmado, pondré una entrada en el blog con los datos oficiales.
Y esto es todo por hoy ¡Espero
que os haya gustado y que apoyéis esta preciosa iniciativa! Es una película que
merece mucho la pena. Esperemos que con ella nuestra sociedad abra los ojos y aprenda
de los fallos que hasta ahora se han cometido para poder luchar contra este
fenómeno.
Os dejo a continuación las redes
relacionadas con Gritos de Silencio por si queréis más información sobre ella,
sobre los casos que se van a ver o
simplemente os interesa estar pendientes de todas las novedades:
¡Nos vemos en el próximo secreto!