lunes, 2 de mayo de 2016

TRIBUTO: Día mundial contra el acoso escolar.

Resultado de imagen de stop bullying bajo mi piel Resultado de imagen de stop bullying bajo mi piel

No podemos entender el poder que tiene el miedo sobre nuestras almas hasta que nos encuentra y nos atrapa entre sus garras.

Es asfixiante, agotador, destructivo… el no poder caminar libremente sin pensar en lo que nos pueden hacer en cuanto pisemos el patio del colegio es algo que ningún niño debería experimentar, pero cada vez son más los alumnos víctimas de la violencia en las aulas.

Los más pequeños deberían descubrir el mundo sin miedo, aprender lo que es bueno y lo que es malo sin corromper sus frágiles corazones, intentar que el veneno que la sociedad nos inyecta con la edad no les afecte, pero ni siquiera lo tenemos en cuenta, y al final, esa toxina que tienen todos los adultos, acaban contagiándosela  a los menores.

Si mezclamos esa inocencia e inmadurez con la oscuridad, los niños acabarán descontrolándose y abusaran de aquellos que crean que son más débiles, y no por un motivo en particular, es simplemente algo que han aprendido a través de los mayores que les rodean.

Algunos no pueden soportar ese maldito infierno en el que se ha convertido su universo, así que deciden que lo mejor es dejar de existir. Otras muchas víctimas se esconden, intentan olvidarse de aquella terrorífica época que les marcó para siempre y llevar una vida normal; pero por dentro esa persona ha sido destrozada y, por tanto, ha dejado de ser la misma que una vez fue.

Yo fui una de ellas. 

Durante mucho tiempo pensé que lo mejor era ocultar las incontables heridas que tenía mi corazón y superarlo en silencio, mis profesores me habían dicho tantas veces que lo que había pasado no había sido para tanto que al final tuve que creérmelo, convencerme  de que tenían razón y de que lo había exagerado; pero mi interior estaba demasiado demacrado, así que no fue capaz de llegar a un acuerdo con ese razonamiento.

Durante mi estancia en aquel camino lleno de minas creí que nunca llegaría a encontrar una salida, pensamientos oscuros se abrían paso en mi mente y me empujaban a hacer algo que sabía que no debía hacer; pero entonces una mano amiga me agarró y me obligó a cambiar de sendero.

Ahora, una vez recuperada, me levanto con la ayuda de mi libro "BAJO MI PIEL", para demostrarle a la gente que sí se puede superar, quiero que todos los que han pasado por ese infierno dejen de agachar la cabeza y escapen del miedo, que todos los niños que lo están sufriendo puedan dar un paso adelante y pidan ayuda, porque, aunque muchos adultos sigan sin entender la gravedad del acoso, hay algunos que ya se están uniendo a la guerra que hemos declarado contra la violencia escolar.

Concienciemos a la sociedad, tanto a los más pequeños como a los más mayores, este fenómeno es un gran problema, pero todos juntos podemos vencerlo. Me gusta pensar que, a través de la palabra y la sensibilización algún día podremos erradicar el bullying de los colegios y podremos convertir este mundo en un lugar mejor para los más pequeños.


Ha llegado la hora de escapar de nuestro verdadero enemigo, "Bajo mi piel" solo ha sido el primer paso, el empujón para entender lo que sucede en el interior de una persona que está sufriendo acoso, para ponerse en la piel de alguien que lo vive; así que liberémonos del miedo y plantemos cara.

#Borraelacoso
Por un mundo sin violencia.

2 comentarios:

  1. Hola Nidia. Soy un antiguo compañero tuyo del colegio, que por casualidades de la vida te ha acabado encontrando en la red. Tengo que decir que me sorprende bastante el tema sobre el que tanto has escrito, el del bullying, y más aún me ha sorprendido que digas haberlo sufrido tú misma.
    Hasta donde yo recuerdo, tú no sufriste bullying por parte de tu clase. Había quienes se metían contigo, sí, los graciosos y malotes del curso, pero igual que se metían conmigo y con otros compañeros, ninguno de los cuales (por lo menos con los que yo he mantenido el contacto) ha dicho nunca haber sufrido acoso en esa etapa. Es posible que a ti te afectaran más algunas cosas que a los demás, por supuesto. Pero recuerdo muy bien que en el momento en que estábamos tanto alumnos como profesores con el tema de que si otra de nuestras compañeras (estoy seguro de que recuerdas quién) estaba sufriendo bullying o no, tú eras precisamente quien más defendía que esta persona estaba exagerando todo por llamar la atención. Si se puede decir que alguien de nuestro curso sufrió alguna vez bullying, era esta chica. Si piensas que ella estaba exagerando, tú no estás haciendo menos.
    Me parece fantástico que intentes concienciar a la sociedad contra el bullying y el acoso escolar, pero creo que es hipócrita decir haberlo sufrido cuando no es cierto. Claro que algunos niños te hacían bromas e insultaban, como ya te digo que nos ocurría a muchos más. Con todo respeto, no caías bien, creo que por tu prepotencia, te creías demasiado superior a los demás. Cuando uno se siente menospreciado de forma tan directa por tener una casa más pequeña, menos dinero o unos padres menos guays, se defiende como puede. Y puede que la manera de defenderse de muchos fuera mediante bromas ofensivas e insultos. No quiero justificar estas bromas e insultos, sólo quiero hacerte ver que quizá fuera ésta la raíz del acoso que dices haber sufrido. Que si había niños crueles (que los había, como en todas partes) tú no lo eras menos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola anónimo.
      Mira, no sé quien serás, pero creo saber a cuál de los colegios en los que estuve te refieres.
      Sinceramente creo que con este mensaje me estás dando la razón, porque nadie debería ni insultar ni hacer bromas pesadas ni a ti, ni a mí, ni a nadie por muy mal que un compañero te caiga.
      Y con esto no me estoy llamando santa, en ningún momento he intentado aparentar serlo, cometí mis errores y seguramente también infligí daño sin darme cuenta. Pero tú de esta manera me estás mostrando una parte de la realidad que no conocía. Hasta cierto curso yo estaba unida a mis compañeros de clase y ahora sé que los celos fueron uno de los motivos por los que empezaron a cambiar, porque lo que me estás diciendo es la percepción que se tenía de lo que yo tenía, pero eso solo era una imagen, porque yo nunca consideré tener mucho dinero, tener una casa grande o como dices tú unos padres guays, ni siquiera era algo que me planteara. Así que te lo agradezco, porque gracias a esto he confirmado que aquello sucedió de verdad.
      También puede ser que yo sea más sensible que tú y que a mi me afectaran más los insultos, pero eso no cambia lo que yo sentí y las consecuencias que tuvo a la larga.
      Ese colegio, el colegio del que creo que estamos hablando estuvo, está y estará lleno de casos de acoso y violencia, porque es un centro donde siempre ha habido y los profesores no quieren verlo; y si a ti también te lo hicieron y no te gustaba, quizás tenías que haberlo dicho en vez de pagarlo con otros.
      Yo también sigo en contacto con un par de personas de aquella época, puede que, como dices, no cayese bien, pero parece que a estas tres sí, y ellas están de acuerdo conmigo en el que no estábamos en un curso muy afable que digamos y que hubo ciertas cosas que no debieron hacer.
      Siento si en algún momento te parecí pretenciosa pero nunca fue mi intención, supongo que no debíamos ser muy cercanos porque si no, no entiendo porque deberías sentir la necesidad de defenderte ante mí.
      Ha sido todo un placer hablar contigo persona sin nombre, me has abierto los ojos.
      Y gracias una vez más por confirmar lo que pasó.

      Eliminar